Introducción.
El sistema solar se formó hace unos 4.600 millones de años
a partir de una nebulosa de gases y polvo cósmico. Inicialmente
la nebulosa empezó a girar sobre si misma originando un gigantesco
disco protoplanetario, en su centro se acumuló gran parte de la
materia, especialmente hidrógeno y helio que al ser tan grande
reaccionó y originó una estrella, el Sol. El resto
de la materia giraba alrededor del Sol formado distintos anillos, en cada
uno de ellos las partículas de gas y polvo cósmico se fueron
acumulando formando planetesimales, los cuales al crecer dieron
lugar a los actuales planetas del sistema solar.
Inicialmente, debido
a la incesante caída de materiales rocosos sobre la Tierra, hicieron
que ésta llegara a fundirse, con una temperatura superficial de
unos 2.200°C. En su interior los componentes químicos se ordenaron
según su densidad; así, los elementos más densos,
como el hierro y el níquel, se situaron en el centro de la esfera
terrestre, generando el núcleo. Los silicatos de hierro
y magnesio se depositaron alrededor del núcleo, formando el manto.
Y los elementos menos densos, como los silicatos de calcio y de sodio,
se situaron en el exterior, formando la corteza. El conjunto de
corteza, manto y núcleo se denomina geosfera terrestre o
parte sólida de la Tierra.
Actividades
a realizar. Lee las explicaciones sobre el estudio del interior de
la Geosfera y realiza el ejercicio "Métodos del estudio de
la estructura interna de la Tierra". Luego lee el modelo geoquímico
y el modelo geodinámico de la estructura interna de la geosfera
terrestre y realiza el ejercicio "Identificar las diferentes capas
de la Geosfera 10" y el "Test de respuesta múltiple 10".
1.
Capas de la Tierra
En la Tierra se pueden
distinguir tres capas concéntricas:
La atmósfera.
Es la capa externa gaseosa que envuelve a la Tierra.
La hidrosfera. Es la capa de agua que cubre el 75% de la superficie
terrestre, constituye los océanos, las aguas continentales (lagos,
ríos, aguas subterráneas) y los glaciares. También
incluye el agua que hay en la atmósfera.
La geosfera. Es el cuerpo rocoso que constituye la parte interna
de nuestro planeta, está formada por rocas que pueden encontrarse
tanto en estado sólido como líquido.
2.
El estudio del interior de la Geosfera
Los científicos realizan el estudio de los materiales que componen
la geosfera de nuestro planeta mediante métodos de observación
directa de los materiales más superficiales y a través
de métodos indirectos que permiten deducir la composición
y propiedades de los materiales profundos a partir de sus propiedades
físico-químicas.
3.
Métodos directos
Son los basados en la obervación y análisis de los materiales
a los que podemos acceder. Los principales son:
Las perforaciones
y las minas. En general se obtiene información a partir de
las perforaciones petrolíferas (hasta los 8 km de profundidad),
de minas (hasta los 3 km) y de los pozos en busca de agua (hasta 1 km),
que al ser muy numerosos aportan gran cantidad de información.
La perforación más profunda fue realizada en la península
de Kola (Rusia) y llegó hasta los 12.262 metros de profundidad,
una distancia muy pequeña si la comparamos con los 6.371 km de
profundidad de la Tierra.
Las erupciones
volcánicas. Permiten el estudio a partir de la lava expulsada
por los volcanes y de los materiales procedentes del interior terrestre
que son arrastrados por la lava o expulsados violentamente por los gases.
La erosión.
La erosión de las capas más superficiales de las cordilleras
montañosas deja al descubierto rocas formadas a mayor profundidad
y de mayor antigüedad.
El análisis
de los meteoritos. Los meteoritos son los sólidos que
han impactado sobre la superficie terrestre. Proceden de sólidos
rocosos que viajan por el espacio llamados meteoroides. Estos son
fragmentos de unos sólidos rocosos mayores llamados asteroides,
que son más pequeños que los protoplanetas y
que los planetas, y que, como ellos, también orbitan alrededor
del Sol. Otros cuerpos pequeños que orbitan alrededor del Sol son
los cometas. Estos se caracterizan por estar formados de hielo
y polvo, por lo que al pasar cerca del Sol, una parte se evapora y origina
una cola. Los meteoroides que al entrar en la atmósfera
terrestre se encienden y se desintegran se denominan meteoros o
estrellas fugaces.
Todos estos cuerpos
si alcanzan un tamaño cercano a un kilómetro de diámetro
se denominan planetesimales, ya que se considera que a partir de
la unión de ellos, por la fuerza gravitatoria de acreción,
se formaron los planetas. Se
supone que todos estos cuerpos se formaron a la vez, es decir hace 4.600
millones de años, por lo que deben presentar los mismos materiales
que las diferentes partes de la geosfera terrestre y, por lo tanto, estudiando
los meteoritos de mayor densidad, podemos conocer la composición
de las regiones más profundas del interior de la Tierra.
Los meteoritos se
clasifican en:
- Sideritos
o meteoritos de hierro. Están formados por un 80 a 90%
de hierro (Fe) y el resto de níquel (Ni). Se supone que esa es
la composición del núcleo terrestre.
- Siderolitos
o meteoritos de rocas y de hierro. Están formados por
silicatos de Mg y Fe y masas metálicas de hierro (Fe) y níquel
(Ni). Se supone que esa es la composición del manto.
- Meteoritos rocosos.
Son los formados por silicatos de sodio (Na), potasio (K) y calcio (Ca),
como la mayor parte de las rocas que constituyen la corteza terrestre.
4.
Métodos indirectos
Los métodos
indirectos son los basados en las propiedades geofísicas de la
Tierras y en cómo varían según el punto geográfico
que se considere.Los principales son:
Análisis
de la gravedad terrestre. La atracción gravitatoria es la fuerza
con la que la Tierra atrae los cuerpos hacia ella. Esta fuerza es directamente
proporcional a las masas de dichos cuerpos e inversamente proporcional
al cuadrado de la distancia que los separa. Si la Tierra fuera perfectamente
esférica y su composición homogénea, la gravedad
en cualquier parte del planeta sería siempre la misma. Sin embargo
esto no es así, pues la Tierra está formada por diversos
tipos de materiales rocosos. Así, en los lugares en los que hay
rocas de mayor densidad hay mayor gravedad que en las zonas en las que
hay rocas de menor densidad. El estudio de la intensidad gravitatoria
ha permitido llegar a las siguientes conclusiones:
- La corteza oceánica
presenta una mayor gravedad que la corteza continental. Esto dió
la pista para estudiar su composición y se descubrió que
la corteza oceánica está constituida por basalto (densidad
= 3 g/cm3), mientras que la corteza continental está constituida
básicamente por granito (densidad = 2,7 g/cm3).
- En las llanuras
la gravedad es mayor que en las montañas. A partir de ello
se ha deducido que en las llanuras la corteza, que es una capa de baja
densidad, debía ser muy delgada, por lo que el manto, que es
una capa de alta densidad, estaba a poca profundidad, mientras que en
las montañas, la corteza debe ser muy gruesa, debe formar una
raíz que se hunde en el manto, por lo que la fuerza de la gravedad
es más baja de lo esperado.
Análisis
de la densidad terrestre. Utilizando la formula de cálculo
de la fuerza gravitatoria se ha determinado que la masa de la geosfera
es de 5,97·1027 g, y utilizando la formula que permite
calcular el volumen de una esfera se ha calculado que él volumen
de la Tierra es 1,08·1027 cm3, por tanto
la densidad total de nuestro planeta es 5,52 g/cm3. Como la densidad de
las rocas de la corteza es de entre 2,7 g/cm3 (granito) y 3 g/cm3 (basalto),
se ha podido deducir que la densidad del centro de la Tierra debe ser
mucho mayor, se ha calculado que es de entre 10 a 12 g/cm3.
Análisis
del calor interno. La temperatura de la corteza aumenta por término
medio unos 3 ºC cada 100m de profundidad (gradiente geotérmico),
pero como a medida que aumenta la profundidad aumenta la presión
y ésta hace disminuir el gradiente geotérmico se ha deducido
que la temperatura
del núcleo solo es de 4.600 ºC y que el núcleo interno
debe estar en estado sólido. Por otro lado, se ha visto que el
valor del gradiente geotérmico en la corteza terrestre varía
mucho de un lugar a otro: en algunas zonas se han llegado a medir gradientes
de sólo 1°C cada 100 m, mientras que en otras zonas, denominadas
puntos calientes, se han observado aumentos de la temperatura de
entre 20 y 80°C cada 100 m. Estas observaciones han permitido deducir
que en las zonas de mayor gradiente geotérmico, deben existir corrientes
ascendentes de magma muy caliente, como las llamadas plumas térmicas
o mantélicas, que en los llamados puntos calientes pueden
generar volcanes como pasa en Canarias o en Hawai. Por otro lado las masas
de magma caliente ascendente en el manto, que luego se mueven en horizontal
y posteriormente se hunden en la zonas de menor gradiente geotérmico,
las llamadas corrientes de convecció, constituyen la explicación
del movimiento de las placas tectónicas.

Análisis
de las ondas sísmicas. La mayor parte de los conocimientos
sobre la composición y la estructura de la geosfera se han obtenido
a partir del estudio de la propagación de las ondas sísmicas
que se originan en el hipocentro o foco del terremoto. Estas
ondas son:
- Las ondas primarias
u ondas P. Son las más rápidas y como dependen de
la compresibilidad del medio pueden atravesar tanto sólidos como
líquidos, porque tanto los sólidos como los líquidos
se pueden comprimir. También dependen de la rigidez (elasticidad)
y de la densidad del medio.
- Las ondas secundarias
u ondas S. Son más lentas que las P y no dependen de la compresibilidad
del medio, por lo que no pueden atravesar los líquidos. Solo
dependen de la rigidez (elasticidad) y de la densidad del medio.

Las ondas sísmicas
aumentan su velocidad cuando atraviesan materiales más rígidos
(elásticos), mientras que la disminuyen al atravesar materiales
más densos. Como la rigidez de la geosfera aumenta con la profundidad,
la velocidad de las ondas sísmicas también aumenta, salvo
cuando pasan a una zona de mucha mayor densidad en la que la velocidad
desciende súbitamente. Como los cambios de rigidez son graduales,
los cambios de velocidad también son graduales. Por otro lado,
debido a la refracción que sucede cuando una onda pasa de un medio
a otro de rigidez diferente, la onda sísmica también va
variando su dirección, de manera muy parecida a como se refractan
las ondas de luz cuando pasan del aire al agua, por lo que la trayectoria
de las ondas sísmicas se van curvando hacia la superfície.
Los terremotos que
afectan a todo el planeta, generan zonas de sombra, es decir zonas
de la corteza a las cuales no llegan. Concretamente las ondas P dejan
de percibirse a partir de los 103º respecto al hipocentro y vuelven
a detectarse de nuevo a partir de los 142º. Esto ha permitido deducir
la existencia de un núcleo de características muy distintas
al manto a una profundidad de 2.900 km. Las ondas S también dejan
de recibirse a partir de los 103º y, como ya no vuelven a percibirse,
revelan que a esa profundidad de 2.900 km el núcleo es fluido,
ya que los fluidos son los que no dejan propagarse a las ondas S.

Métodos
del estudio de la estructura interna de la Tierra 
5.
Estructura interna de la geosfera
Gracias al estudio
de las capas internas de la geosfera mediante métodos indirectos,
especialmente mediante el estudio de la propagación de las ondas
sísmicas, se ha podido establecer un modelo de la estructura interna
del planeta según la diferente composición química
de los materiales y según si su estado es sólido o fluido,
es el llamado modelo geoquímico. Atendiendo a la tectónica
de placas y a las diferentes densidades y grados de rigidez de los materiales
se ha elaborado otro modelo complementario denominado modelo geodinámico
o geofísico.
6.
Modelo geoquímico
Está basado
principalmente en la propagación de las ondas sísmicas
al atravesar la geosfera. Se fundamenta en que la velocidad de las ondas
sísmicas varía en función de la rigidez (elasticidad),
densidad y estado (fluido o sólido) de las diferentes capas. Experimentalmente
se ha podido comprobar como las elevadas temperaturas producen la fusión
de unos materiales pero no de otros de diferente composición y
cómo la presión puede impedir que la temperatura llegue
a fundir unos determinados materiales.
Cuando la velocidad
de las ondas sísmicas varía bruscamente se dice que ha habido
una discontinuidad sísmica. Una discontinuidad sísmica
revela que hay un cambio de materiales o un cambio de estado o de ambos.
Las discontinuidades reciben el nombre del científico que las observó
por primera vez. Las principales discontinuidades son:
- Discontinuidad
de Mohorovicic. Consiste en un aumento súbito de la velocidad
de las ondas sísmicas que se da a una profundidad de unos 7 kilómetros
en la corteza oceánica y de unos 70 kilómetros en la corteza
continental. Marca el final de la corteza y el principio del manto.
A más profundidad se observa un descenso en la velocidad que
se relaciona con un cierto estado fluido.
- Discontinuidad
de Repetti. Consiste en un aumento de la velocidad de las ondas
sísimicas que se da a 660 km de profundidad. Marca el final del
manto superior y el principio del manto inferior. Se debe al paso de
una cierta fluidez a un estado casi sólido debido a la presión.
- Discontinuidad
de Gutenberg. Consiste en un descenso súbito de la velocidad
de las ondas P y en la extinción de las ondas S que se da a 2900
km de profundidad. Marca el final del manto inferior sólido y
el inicio del nucleo externo fluido..
- Discontinuidad
de Lehman. Consiste en un aumento súbito de la velocidad
de las ondas P que se produce a 5.150 km de profundidad. Marca el final
del núcleo externo fluido y el principio del núcleo interno
sólido.

En base a las discontinuidades
anteriores, en el modelo geoquímico se distinguen tres capas:
la corteza, el manto y el núcleo, que difieren
en su composición química y en su estado. Sus catacterísticas
son:
La corteza.
Es la capa más superficial y es sólida. Está constituida
básicamente por silicatos de Al, Na, K y Ca. Existen dos tipos
de corteza:
- Corteza oceánica.
Su grosor es de 7 km, constituye el fondo de los océanos y la
roca más abundante es el basalto.
- Corteza continental.
Su grosor puede llegar hasta los 70 km, constituye las masas continentales,
con sus montañas, sus valles y se extiende hasta los taludes
continentales. La roca más abundante es el granito.
El manto.
Es la capa intermedia situada entre la corteza y el núcleo. Está
formada principalmente por silicatos de Fe, Mg, Al y Ca y la roca más
abundante es la peridotita. Se divide en:
- Manto superior.
Se extiende desde la corteza hasta los 660 km de profundidad. Presenta
una cierta fluidez.
- Manto inferior.
Se extiende desde los 660 km hasta los 2.900 km de profundidad. Presenta
estado sólido.
El núcleo.
Es la capa interna de la geosfera. Está formada por los elemento
metálicos hierro (Fe) y níquel (Ni), por lo que recibe el
nombre de NIFE. Se divide en:
- Núcleo
externo. Se encuentra entre los 2.900 km y los 5150 km de profundidad
y presenta una cierta fluidez.
- Núcleo
interno. Se encuentra entre los 5.150 km y el centro de la geosfera
(6.371 km) y se encuentra en estado sólido.
7.
Modelo geodinámico
Está basado
en la tectónica de placas y en las diferentes densidades y grados
de rigidez de los materiales. Según este modelo, se distinguen
las siguientes capas:
Litosfera.
Es la capa más superficial, posee un espesor medio de unos 100
km, se comporta como un sólido rígido y se encuentra fracturada
en placas tectónicas. Está constituida por la corteza
y la parte más externa del manto superior, el denominado
manto litosférico o manto residual. Tiene un grosor
medio de 100 km, oscilando entre unos pocos kilómetros en los océanos
y unos 250 km en los continentes. Se distinguen dos tipos de litosfera:
- Litosfera continental.
Está formada por la corteza continental (granito) y el manto
litosférico, su espesor medio puede alcanzar los 150 km de los
cuales entre 30 y 70 km son de corteza.
- Litosfera oceánica.
Está formada por la corteza oceánica (basalto) y el manto
litosférico. Su espesor medio es de 30 km de los cuales entre
7 y 10 km son de corteza.
La litosfera se encuentra
dividida en fragmentos, que reciben el nombre de placas tectónicas,
que flotan y se mueven empujadas por corrientes de magma que se mueven
en el interior de la mesosfera. Las fricciones y los choques entre las
placas generan terremotos, volcanes y cordilleras montañosas, que
presentan gran cantidad de pliegues y fallas.
Mesosfera.
Está situada entre la litosfera y el núcleo terrestre o
endosfera, llega hasta los 2.900 km de profundidad. Presenta una cierta
fluidez en su parte superior que disminuye con la profundidad. Antiguamente
se consideróa que su parte superior fluida, hasta unos 350 km de
profundidad, constituia una capa distinta, a la que se denominó
Astenosfera, pero posteriormente se vió que no era contínua
y que seguramente la cierta fluidez de la parte superior de la mesosfera
era suficiente para posibilitar el movimiento de las placas, por lo que
se abandonó esa hipótesis.
En la base de la mesosfera
encuentra la capa D'', de unos 300km de espesor y que es discontínua.
En algunos puntos de ella ella se calientan inmensas masas de materiales
del manto que ascienden, las llamadas plumas térmicas, y
al llegar a la litosfera, en los llamados puntos calientes, como
son las islas de Canarias y de Hawai, generan una gran actividad volcánica.
Se considera que en la capa D" también se generan las llamadas
corrientes de convección magmática capaces de desplazar
las placas tectónicas. Se ha propuesto que la energía calorifica
de la capa D" procede del calor que se desprende en algunos puntos
superiores del núcleo externo, en los que cristaliza hierro líquido,
cambio de estado que desprende calor.
Endosfera o
núcleo. Se sitúa entre la mesosfera y el centro de la
Tierra. En ella se pueden distinguir dos partes:
- Núcleo
externo. Llega hasta los 5.150 km de profundidad. Es una capa parcialmente
fundida de comportamiento fluido.
- Núcleo
interno. Ocupa la parte central de nuestro planeta. Se comporta
como un rígido.

Identificar
las diferentes capas de la Geosfera 10
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Crucigrama
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